SI
Si puedes estar firme cuando en tu derredor todo mundo se ofusca y tacha tu entereza, si cuando dudan todos, fías en tu valor, y al mismo tiempo sabes excusar su flaqueza. Si puedes esperar y a tu afán poner brida o blanco de mentiras esgrimir la verdad o siendo odiado al odio no darle cabida y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad.
Si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey, si piensas y el pensar no mengua tus ardores; si el triunfo y el desastre no te imponen su ley y los tratas lo mismo que a dos impostores. Si puedes soportar que tu frase sincera sea trampa de necios en boca de malvados o mirar hecha trizas tu adorada quimera y tornar a forjarla con útiles mellados; si todas tus ganancias poniendo en un montón las arriesgas osado en un golpe de azar y las pierdes, y luego con bravo corazón sin hablar de tus perdidas vuelves a comenzar alerta el pensamiento y el musculo tirante para emplearlos cuando en ti todo flaquea menos la voluntad que te dice: ¡Adelante!
Si entre la turba das a la virtud abrigo, si marchando con reyes del orgullo has triunfado, si no pueden herirte ni amigo ni enemigo, si eres bueno con todos pero no demasiado y si puedes llenar los preciosos minutos con sesenta segundos de combate bravío tuya es la tierra y todos sus codiciados frutos y lo más importante:
¡Serás Hombre Hijo Mio!
Rudyard Kipling.
Cortesía de Virgilio Rodríguez Castro.
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