PARADIGMAS
para el
s. XXI.
"Yo veo siete mil millones
de caminos individuales"
V.RC.
Por
Virgilio Rodríguez Castro.
26 de
diciembre del 13.
Yo
creo que no se puede hablar
de
estos retos de la antropología
sin
dejar de referirnos a lo que
podíamos llamar
la
crisis de los paradigmas.
A
esta crisis de los paradigmas
algunos
la llaman
la quiebra de las ilusiones,
otros
el fin de la historia
y el fin de las ideologías. En todo caso
se refiere a la noción de que
parecería
parecería
ya no haber alternativas, sino un solo camino,un solo futuro posible para todo el mundo.
El
problema será como nos acomodamos
en
ese futuro posible, del que no tenemos escapatoria
porque
no tenemos paradigmas alternativos,
no
digamos propuestas
debidamente
organizadas y capaces,
con
fuerza de convocar voluntades
para
plantear una alternativa
a
este futuro obligado, único y universal
que se nos esta planteando.
Guillermo Bonfil Batalla.
VRC.-
Bueno Doctor... el tema es absolutamente apasionante pero nosotros tenemos que
entrarle a nuestras materias terrenales...
OL.-
Pues si Virgilio, así es, pero, en realidad todas estas materias son terrenales
también y, nos deben interesar lo mismo las unas que las otras porque, son
parte de nuestro conocimiento por escudriñar para poder normar un criterio de
lo que tenemos que hacer. Cuál es nuestra tarea. Explicar como la mente humana
debe pensar desechando patrones obsoletos, arquetipos anquilosados por siglos.
Es necesario entonces conocer más como trabaja la naturaleza para en
consecuencia saber cómo proceder y estudiar a la sociedad, la pareja humana y
al individuo no aisladamente sino en comunidad para lograr el concierto dado
que somos energía... energía pensante. Y, no exclusivamente, en este nivel
macro sino micro también, de la vida cotidiana.
El
movimiento perpetuo existe en astronomía y también en las moléculas de un
fluido conocido como movimiento browniano. Tal
vez de esta manera se les despierte a las personas el interés o al menos la
inquietud por encontrar algún referente asible, trascendente, solidarizándose
con el prójimo. Saber, que debemos permanecer solidarios en este viaje
o “aventura extrema maravillosa”. Que tenemos un reto extraordinario todos que
debemos sortear. Es decir, en este caso, mediante o mejor dicho en un marco de
referencia ampliado para establecer el rumbo, nuestras prioridades y nuestras
acciones generacionales que les corresponda a cada una de ellas sin
postergarlas, en unidades de medición: años/tierra, años/luz, años/cósmicos. En
tanto, los Congresistas, no solamente en México, perfeccionan sus numeritos en
la Tribuna más Alta del País (“NON NOVA SED NOVE”, Cap. III, Pág. 9,10. 2004).
VRC.- ¿Que quiere decir todo esto?
OL.-
Bueno, Virgilio, lo primero que quiere decir evidentemente es que no sabemos
hablar, lo segundo, es que tampoco sabemos a dónde vamos o a donde nos llevan -referentes turbios- y,
lo tercero, si no sabemos a dónde vamos, cuarto, y queremos comunicarnos,
quinto, tenemos que aprender a hacerlo bien; no importando cuantos años le
tengamos que aumentar a los grados de maternal y a preescolar no solamente con
este propósito y, posteriormente, a todos los niveles educativos hasta el
post-grado y el post-doctorado; porque es la forma de las ciencias no solo
en la cual, sino a través de la cual, se configuran las ideas (11) o sea, que
tenemos que privilegiar escolarmente el aprendizaje del lenguaje y hablarlo
bien para poder comunicar
nuestros conocimientos, nuestros intereses, nuestros sentimientos y nuestros
sueños; todos, haciendo desde el vientre materno -las Supermamás del s.XXI-
esfuerzos para que al nacer salgamos por lo menos sabiendo el abecedario,
ja-ja-ja.
Requerimos pues producir,
seres humanos sanos, sin complejos, que luego cuando adultos no quieran cobrarle
sus taras a la sociedad; íntegros, maduros y libres... de la libertad de la que
ya hemos hablado anteriormente: de la libertad de la que es posible posterior a
la post modernidad; de la libertad que no se ajusta a los parámetros de que
venimos hablando; de la libertad sin grilletes de semana inglesa y salario
miserable; de la libertad a los periodistas que fustigan cobarde y
silenciosamente atentando en contra de sus familiares; de la libertad para
dejar pasar y dejar hacer a los políticos; de la libertad para comprar la
libertad, etc.
Mire usted
Virgilio, si se nos exigiera, en un momento dado, ajustarnos a un “Modelo” para
explicarla -a la libertad, a la comunicación y por extensión a la sociedad-
sería evidentemente a través de lo que nos es comprensible por conducto de la
ciencia (12); o sean, las formas sencillas que nos muestra la naturaleza,
independientemente de que, en este caso, no sepamos cual vaya a ser el
resultado matemático exacto -ni con la computadora
más potente-, porque eso no se puede prever binariamente y mucho menos es
medible -hasta ahorita-; debemos
darlo por hecho -el resultado- de acuerdo con el principio. Lo que nos
debe interesar es seguir su comportamiento; es decir, incorporándonos a él: al
movimiento. Entonces, en estas circunstancias Virgilio, “El Modelo Científico”
propuesto, evidentemente, no será de aproximaciones estadístico-matemáticas de
los impulsos eléctricos hechos fonemas en último análisis (13) que, siendo en
principio, un enunciado teórico valido, es, sin embargo, un esquema mucho más
difícil de concretar. No creo que por el momento se pueda realizar. Por eso,
nuestra propuesta será, en este mismo tenor pero, conforme, a su
comportamiento, como lo prueba la naturaleza con cierta obviedad; es decir,
desde el punto de vista físico-químico-mecánico molecular: su comportamiento.
Creo, que es el
que mejor se ajusta a nuestra concepción. Por eso, nuestro pronunciamiento es a
favor del movimiento browniano. El movimiento y los cambios de dirección que
presentan las moléculas, obedecen a reacciones activas por quien se contactan
(14), como la temperatura, uniformizando su bagaje energético al azar, el
azar que en todo caso tampoco escapa a ciertos patrones, existe una reacción
activa.
En consecuencia
y en desacuerdo con Hegel -que nació en
1770 y murió en 1831 sin imaginar siquiera de que manera revolucionaría la ciencia
y la tecnología a la humanidad-, cuando dice que: “la pretensión de
enseñar cómo debe ser el mundo, notemos que, en todo caso, la filosofía llega
siempre demasiado tarde” debo decir, primeramente en su defensa que, la
filosofía, nunca llegó tarde sino que fueron los políticos quienes estuvieron
retrasados inspirados en Maquiavelo enfrascados en bajezas de esta naturaleza y,
que hoy, menos que nunca, llegara tarde la filosofía cuando tenemos la posibilidad
real de atisbar al futuro con aciertos del casi 100 %; ahí están por ejemplo,
entre otros muchos, los exitosos cálculos de comunicación a futuro de los
viajes espaciales, con todo y sus derrotas sorteando un grado de dificultad superior.
La diferencia, pues, como en el pasado, estriba en que los políticos,
sistemáticamente rehúsan aceptarlo; primero, porque ignoran lo que está
sucediendo en la sociedad ocupados de otras banales cosas como el poder y el
dinero y, en segundo, porque no les favorece correr el riesgo de enfrentar a personas
efectivamente capaces teniendo de ribete que exhibirse ignorantes compitiendo con
“extravagantes” que, por sistema, históricamente, en función de todo lo dicho,
se han adelantado entre 30, 100 y 500 años o más; entonces, pregunto ¿Cómo puede llegar
oportunamente la filosofía
con
estos conejos al frente? (“NON NOVA SED
NOVE” Cap. IV, Pág. 16,17,18. 2004).
V.R.C.
11.-
J. G. Herder.
12.-
Nada es objeto de más discusiones que aquello que no entiende ningún bando y,
los políticos, tienen la tendencia especial a querer explicar lo que ellos no
entienden. J. G. Herder.
13.-
Los pensamientos son energía electromagnética.
14.-
“En realidad, estos contactos aseguran una mezcla continua que
uniformiza las energías o al menos confiere a las energías individuales de las
moléculas una dispersión “gobernada por las leyes de la estadística”. (La
Aventura del Cosmos, A. Ducrocq).
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